Claroscuro

No te sientes solo, pero tampoco acompañado,
notas esa desazón amarga en tu interior,
esa que ha estado presente siempre,
pero que creías que pasaría.
Intentas rodearte de gente;
y lo consigues,
pero ¿supone eso alguna diferencia?,
crees que no, sabes que no,
porque a pesar de ello, persiste el vacío,
el abismo es cada vez más grande.
sabes que no deberías pensar tanto,
estás seguro de ello,
pero eres incapaz de decirle a tu cerebro que pare,
que eche el freno, que ya no puedes más.
Y entonces cuando sólo veías negro,
cuando ya había desaparecido cualquier rastro de gris,
por oscuro que fuese,
apareció ELLA,
y lo llenó todo de blanco,
de miles de tonos que creíste no volver a ver jamás.
Y así, de pronto,
no necesitaste más.